Páginas

martes, 14 de junio de 2011

SENDER



Sender abrió sus ojos y se desperezó lentamente, esperando que su aya viniera a asearlo y vestirlo, cómo cada mañana.Giró su cuerpo y se dió de cara con Boris, su hermano mayor, bueno el del medio, el mayor era Sacha ...y recordó.
Ya no estaba en el solar familiar, en su Ucrania natal, esto era Barracas,Buenos Aires, Argentina...que nombres raros, en ese idioma extraño que todos parecían gritar como salvajes,Sender amaba la tranquilidad y se sentía abrumado,pero ya se había empezado a aclimatar, por las tardes, luego de la  escuela y un magro almuerzo ,salía a jugar al fútbol:_Rusito,pasála !(¿Rusito? yo nací en Ucrania, los rusos eran los culpables de su situación actual, de la guerra, la revolución, las prohibiciones, la ocupación de su casa natal...era inútil explicar eso, no lo escuchaban)
Alejandro, le decían en la escuela, Rusito o Colorado, en la calle o en el barrio...


Los cinco:Mamá Rosa,Papá Salomón, Sacha, Boris y él,hacinados en una pieza de inquilinato, apenas dividida por un gran ropero... y la mirada triste de mamá, que nunca se sobrepondría a esos cambios, al abrupto tobogán que los deslizara de la holgura a la miseria.


Todas las mañanas, antes de ir a la escuela, donde una vez adquirido el idioma salteó los grados casi sin esfuerzo, hasta ponerse más que al corriente con los contenidos educativos de su edad (y aún superarlos), se dirigía a la feria del barrio y armaba uno de los puestos, esperaba la llegada del dueño y luego iba al colegio,a adquirir los conocimientos formales, los de la calle se iban incorporando osmóticamente.


Salia de la escuela , tomaba su almuerzo, hacía su tarea y luego un poco de fútbol barrial, hasta la hora de volver a la feria para hacerse cargo del puestito y levantarlo al caer la noche.
Día tras día, sin desfallecer y sin cejar, luego vendría el trabajo de venta domiciliaria junto con su padre , ropavejeros ("cuentenik"en ese lunfardo ruso, vendedores a cuenta), y por supuesto estudiar, siempre estudiar y esforzarse, el mandato era claro.


Alejandro (Sender ya había quedado en el pasado),lo hizo por él y por su mamá, quien no lo vería realizarse y cumplir más que acabadamente con lo que se esperaba de él: Primario, Secundario , noviazgo (Elena/Elisa es otra historia)y luego la Universidad, pero siempre el trabajo,trabajo,esfuerzo y la honestidad cabal.


Esta no será quizás el tipo de historias que podrán leer en éste blog, pero es la que quería contar (o empezar a contar) hoy,porque el rusito,futbolista de potrero, de Barracas Central, hincha de Boca, amigo de sus amigos, consejero, confidente tímido, calentón y tan rígido con los demás como lo era con sí mismo ,era mi zeide, mi abuelo,ejemplo de vida y paradigma de lo que quisiera llegar a ser y no sé si alguna vez lograré.
Alexander (Sender) Mecabell,un tipo con el que si te lo merecías, podías contar.
Yo aún cuento con él, aunque no esté.